Fue en 1971 cuando los geólogos observaron aterrorizados como se hundía el suelo y se tragaba las tiendas y la maquinaria de la expedición, y se formaba un pozo o cráter de 60 metros de diámetro y 20 de profundidad.
Lo que en verdad habían encontrado era una cueva subterránea completamente llena de gas natural, y lo supieron una vez que le prendieron fuego. Hasta ahora no para de arder y quienes lo observan se maravillan de tan majestuoso espectáculo.
Joel Miggler de 23 años el gran revolucionario en el mundo de los piercings, ha hecho una llamativa y extrovertida perforación: unos enorme agujeros en sus mejillas de 3.6 cm, que espera expandirlos a 4 cm. Miggler tras el piercing en sus mejillas tuvo algunos problemas, pero poco a poco se ha ido adaptando. Por ejemplo: cuando come sopa simplemente tapa los agujeros con tapones.